dal Diario de Sevilla
El Cajasol ha apartado al escolta Andrea Pecile por su falta de implicación en el equipo, según confirmaron este martes fuentes de la propia entidad sevillana, en una decisión que le fue transmitida al jugador por el presidente del club, Juan Carlos Ollero, y por el director general de la entidad, Oriol Humet.
“El jugador no se estaba ajustando a los requerimientos técnicos y se le transmitió, tanto desde el cuerpo técnico como por parte de la directiva, que se debía implicar un poco más pese a lo cual, no ha cambiado su actitud”, explicaron desde el club hispalense.
Ante esa tesitura, el Cajasol ha optado por apartar al italiano, que, como se recordará, llegó al equipo del pabellón San Pablo esta misma temporada, procedente del CB Granada, aunque no ha terminado de cuajar ni durante el periodo en el que Manel Comas dirigió al banquillo cajista, ni ahora, que el entrenador es Pedro Martínez.
En principio, añadieron desde el Cajasol, que esta decisión no tiene vuelta atrás dado que “ya se ha visto que la actitud del jugador no ha cambiado”, aunque, por el momento, no ha trascendido si el club optará por ‘cortarle’ y tampoco se prevé la realización de un fichaje para cubrir su hueco en el plantel.
Pecile no se pondrá más la camiseta del Cajasol. O eso, al menos, es lo que ha explicado Pedro Martínez, protagonista ayer tras hacerse oficial que el italiano fue apartado del equipo. ¿Un problema o una solución? En principio, la entidad intentará llegar a un acuerdo con él para facilitarle la salida a un conjunto extranjero, pero ahora hay que cambiar el chip de búsqueda y dejar de rastrear el mercado en busca de un pívot para intentar hallar un escolta.
“Pecile va a tener sustituto”, afirmó el técnico, quien explicó que “el club será señor y no dará toda la información para no perjudicar al jugador”, mientras le deseaba lo mejor, “pero en otro sitio”. “Ya tuvo avisos previos para revertir la situación y ahora es irrevocable”, indicó el entrenador. Ahí está la solución, aunque la salida del jugador transalpino pasa por irse lejos de la ACB, ya que cualquier cortado después del 31 de enero no puede actuar de nuevo en ningún equipo español hasta la próxima temporada. El problema es que la búsqueda de un pívot se olvida para contratar un escolta, comunitario o no, que supla el italiano. “Desde hace unos días estamos buscando, pero el mercado no ofrece a estas alturas nada que se ajuste al perfil que queremos (deportiva y económicamente)”. Lo único seguro es que para esta semana no llegará nadie, y el jugador se entrena junto a Collins al margen del grupo.
Sin embargo, la dificultad también la tiene el propio jugador. En España ya no puede jugar -es curioso que la medida la tomasen justo después de finalizado el plazo para poder fichar por otro conjunto de la Liga, quizá para no reforzar a un rival directo-; en su país, el hándicap es otro. Los conjuntos punteros, excepto la Lottomatica, ya han inscrito a sus fichajes en las competiciones continentales, por lo que cualquier otra incorporación no podría jugar en Europa. Otra bala menos.
Lo cierto es que no es una situación fácil, sobre todo cuando el Caja es colista, viene de una racha positiva de dos victorias que puede verse afectada por este nuevo contratiempo, el enésimo, tiene a Collins también apartado y el entrenador no cuenta con Ilic.
¿Se puede recibir a un Real Madrid que no es ni mucho menos el de la primera vuelta? Para el apartado de curiosidades quedará que hace justo una vuelta, antes de que el Cajasol visitase la capital de España para medirse con el conjunto blanco, la fuga o retirada de Bennett creaba otra tormenta deportiva en San Pablo que fue solventada con un triunfo. “Ese equipo no es el mismo que nos visita ahora, porque ha dejado atrás todas las dudas del inicio de la temporada. El nuestro tampoco, porque contamos con nuevas incorporaciones que nos han aportado mucho: La situación es distinta, pero tenemos que mantener esta línea y no confiarnos”, explicó Martínez.